¿Qué son los miomas? En algún momento de su vida, muchas mujeres padecen un mioma uterino, en este artículo te explicamos sus síntomas y tratamiento.

Los miomas son tumores, generalmente benignos, que crecen en la matriz de la mujer (útero). Aunque en algunas ocasiones puede desarrollarse un solo mioma, en la mayoría de las ocasiones se desarrollan varios miomas uterinos. Su tamaño varía desde tumores microscópicos a algunos muy grandes y pesados.

¿Cuáles son las principales causas de su aparición?

Se desconocen las causas exactas, pero parecen estrechamente relacionadas con rasgos biológicos (hormonales y genéticas). Existen una serie de características que pueden hacer a una mujer más propensa a su desarrollo.

  • Étnicas. El 50% de las mujeres afroamericanas desarrollan miomas alguna vez en su vida, mientras que en la raza blanca esta predisposición disminuye hasta el 25%.
  • Herencia. La predisposición a desarrollar miomas es mayor si mujeres de la misma familia, sobre todo en el primer grado de consanguinidad, los han desarrollo anteriormente.
  • La edad. La incidencia de esta patología se incrementa a partir de los 40 años. Su desarrollo es muy poco frecuente antes de los 20 años.
  • Mujeres que nunca han dado a luz (mujeres nulíparas).
  • Obesidad: En estos casos aumenta tanto el porcentaje de mujeres afectadas como el peso o tamaño de los tumores.

¿Dónde suelen aparecer los miomas?

Existen tres tipos de miomas en relación a su lugar de aparición:

  • Miomas subserosos: Bajo la cubierta externa del útero. Son bastante frecuentes (alrededor de un 40%). Tienen la peculiaridad de que pueden crecer mucho sin presentar síntomas, muchas veces su descubrimiento se realiza debido a un empuje del mioma hacia órganos que se encuentran a su alrededor.
  • Miomas intramurales: Se encuentran en la pared muscular del útero y son los más frecuentes (alrededor del 55%). Su desarrollo implica un aumento del tamaño del útero.
  • Miomas submucosos: Se encuentran bajo la superficie del revestimiento uterino y son los menos frecuentes, pero pueden representar problemas de cara a la fertilidad y producir un aumento del sangrado en la menstruación que puede dar lugar a una anemia ferropénica.

¿Cuáles son los síntomas más comunes?

  • Períodos menstruales con una duración superior a lo habitual.
  • Mayor sangrado menstrual, en ocasiones puede ir acompañado de coágulos de sangre.
  • Sangrado entre periodos.
  • Cólicos pélvicos o dolor intenso durante los periodos.
  • Sensación de presión en la parte baja del abdomen.
  • Necesidad de orinar con mayor frecuencia.
  • Dolor o incomodidad durante las relaciones sexuales.

Como vimos anteriormente, también existe la posibilidad del desarrollo del mioma sin ningún tipo de síntoma, como puede ser el caso de los miomas subserosos.

Cuando esto ocurre, el descubrimiento del mioma suele estar relacionado con exploraciones cotidianas y no por la sensación de dolor o molestias, por lo tanto, es importante que cuando notes alguno de estos síntomas, agendes una cita para una revisión ginecológica.

¿Cómo es el proceso para el diagnóstico?

Un mioma puede diagnosticarse a través de una exploración física (examen pélvico) y detectarse por cambios en el tamaño, forma y consistencia del útero. En cualquier caso, es necesario conformar estas sospechas con pruebas de imagen.

  • Ecografía. Es el método más utilizado para la detección de un mioma, permite conocer su localización, tamaño y otros datos importantes.
  • Histeroscopia. A través de un tubo largo y fino se examina el interior del útero.
  • Resonancia magnética. Crea una imagen del útero a través de imanes y ondas de radio. Es la técnica más precisa y permite visualizar tumores muy pequeños, por ello, suele ser necesaria para planificar intervenciones quirúrgicas.
  • Biopsia endometrial. Es un procedimiento más complicado que los anteriores. Tiene como finalidad el descubrimiento de tumores malignos, por lo que se extrae un pedazo del revestimiento del útero con el fin de analizarlo. Este procedimiento suele realizarse cuando la paciente presenta un sangrado inusual.

¿Cuál es su tratamiento?

Los miomas suelen tratarse cuando plantean síntomas (sangrados excesivos, cólicos, etc.), si su tamaño es grande o se observa un ritmo de crecimiento elevado. Si son pequeños o su crecimiento se ha estabilizado, no es necesario tratarlos, basta con realizar un control periódico sobre ellos.

Básicamente, existen dos tipos de tratamientos: hormonales o quirúrgicos.

En los tratamientos hormonales (sin cirugía), se utilizan estroprogestágenos o gestágenos que previenen el sangrado anormal, se administran a través de anticonceptivos, dispositivos intrauterinos. Otros fármacos (AUP). Agonistas de la GnrH, etc.

Estos tratamientos tienen como finalidad el control y la reducción tanto del dolor como del sangrado o en el caso de la hormonoterapia, la reducción del tamaño de los miomas.

Si nos centramos en los procesos que precisan cirugía, tenemos cuatro:

  • Embolización de las arterias uterinas. Si la paciente desea tener hijos en el futuro, esta es una buena opción ya que no afecta a la fertilidad de la mujer en ningún caso. En esta operación se detiene el riego sanguíneo al mioma, haciendo que se reduzca y posteriormente se necrose.
  • Histerectomía. Es una operación más compleja y consistente en la extirpación del útero.
  • Miomectomía. Se extirpan los miomas actuales de la paciente, pero permite que estos vuelvan a crecer, y por lo tanto, que pueda tener que someterse a nuevos tratamientos futuros.

¿Estás experimentando sangrado abundante, pesadez abdominal, cólicos o sangrado entre períodos? Si es así, no dudes en acudir a tu ginecólogo, recuerda que cuanto antes verifiques estos síntomas, más pronto podrás quedarte tranquila o bien iniciar el tratamiento más adecuado.

Dr. José Manuel Pintado

Dr. José Manuel Pintado

Soy el Dr. José Manuel Pintado, Director de la Unidad de reproducción asistida del Centro Médico Pintado.

Licenciado en Medicina y Cirugía por la Universidad de Santiago de Compostela en 1982, me especialicé en ginecología y obstetricia entre los años 1985 y 1989, realizando posteriormente la subespecialización en Reproducción humana asistida en el Instituto Dexeus de Barcelona, centro de referencia internacional.

Al finalizar esta etapa asumí la Dirección médica del Centro Médico Pintado donde más tarde creé la Unidad de reproducción asistida que dirijo hasta la fecha (2022), consiguiendo importantes logros como el primer nacimiento por fecundación in vitro (FIV) en la ciudad de Vigo (1992).